El último aviso

Piedra a piedra, la iglesia de San Lorenzo sigue desmoronándose. No es nada nuevo. Se llega advirtiendo de este peligro durante años, pero esto es como el cuento del lobo... cuando sea de verdad, todos nos acordaremos de los cientos de avisos y amenazas de derrumbe.
San Lorenzo se cae. Irremediablemente. En los últimos días el Ayuntamiento está procediendo a consolidar la muralla que sirve de soporte a la centenaria iglesia, pero nada sirve si no se lleva a cabo un importante proceso de consolidación y restauración en su fábrica (hablo de restauración, no de reinvención "pastiche-neomudejar" tipo Santa María). Sería necesario reparar su tejado, sanear sus paredes, recuperar sus revestimientos barrocos de yeso, entre otras muchas intervenciones y, sobre todo, darle uso. Un uso cultural, educativo, expositivo, respetuoso con el templo y el lugar donde se emplaza.
La última noticia del templo es la caída de las piedras de su muro perimetral, que oculta el parvis o zona de respeto a modo de plaza delante de la puerta del templo que antaño funcionaría como cementerio parroquial. Al menos esto ha servido para poder ver mejor la puerta de los pies del templo, cegada desde muchos años atrás, imposible de ver generalmente. Si algún día se reparase, lo suyo sería consolidar este perímetro y disponer aquí una reja para poder ver este lugar... aunque conociendo como somos en Úbeda, seguro que finalmente acabaría siendo un vertedero más lleno de botellas y basuras.
De cualquier modo, es el momento oportuno de llevar a cabo la restauración del templo. Ahora sí, es necesario que se agilicen trámites y nos pongamos manos a la obra.
El tiempo pasa, San Lorenzo no espera!!!

La lenta agonía de San Pedro

Ubicada en pleno centro histórico de Úbeda, la antigua iglesia de San Pedro es uno de los ejemplos más interesantes de la arquitectura tardorrománica en Andalucía, con reformas posteriores de época renacentista y barroca.
Suprimida su parroquia y agregada a la de Santa María, su destino parece ir aparejada a la de la antigua Colegiata, funcionando como auxiliar de ésta. Mientras las obras de restauración de Santa María se llevan a cabo -de forma interminable-, la iglesia de San Pedro seguía manteniendo vivo el culto, acogiendo a la feligresía de la mitad del casco histórico (parroquias de Santa María, San Pedro, Santo Domingo y San Lorenzo).

Perdido el culto temporalmente tras la marcha de un padre salesiano, en la actualidad existe un culto dominical en la centenaria iglesia. Sin embargo, el estado en que su fábrica se encuentra no es la más idónea, y en ella se hacen patente los estragos del tiempo: mientras todos hablan de la eterna restauración de Santa María, y de los ilusionantes proyectos para Santo Domingo y San Lorenzo, la iglesia de San Pedro está muda, viendo como sus tejados sufren las goteras y sus paredes se van desmoronando progresivamente.


Al menos, mientras hay vida hay esperanza. Mientras la iglesia funciona como auxiliar de la antigua Colegiata, sigue abierta. ¿qué pasará después, cuando se abra Santa María? Tendremos que ver otro edificio cerrado, sin ningún uso, esperando a que se caiga? al menos, así acompañará en ánimo al cercano Palacio de los Orozco (el cual lentamente parece caer del olvido y se está restaurando por fin...)
En fin, tocará esperar para ver resultados. Mientras tanto, la iglesia de San Pedro hace honor a su titular y sus paredes lloran mares de lágrimas esperando su completa rehabilitación.




PD: las fotos fueron realizadas antes de las intensas lluvias de estas últimas Navidades. ¿Cómo se encontrará el templo hoy en día?

Ya tiene uso

El refugio de la Guerra Civil, descubierto durante la intervención en la calle Mesones y Claro Alto de San Isidoro por fin tiene uso!!! Y ha sido mucho antes de lo que se esperaba!!!
Concretamente, funciona como basurero. Ya son algunos de los vecinos los que comienzan a echar allí sus bolsas de basura a la espera de que se instalen unos contenedores de un diseño más normalizado. Enhorabuena al Ayuntamiento!!! Y encima ha salido baratito!!!
Seguramente, en cuanto llegue la Semana Santa, se echará una buena capa de hormigón para que pasen sin problema las cofradías que tienen su sede canónica en San Isidoro, y nos olvidaremos para siempre -de nuevo- del refugio...
En fin, tiempo al tiempo!!!


El expolio silencioso

No es nada nuevo saber del gran patrimonio que tenía Úbeda antiguamente, y ver como éste se ha ido diezmando con el paso del tiempo como consecuencia de diferentes acontecimientos históricos, la mala gestión de los políticos y la desidia de los ubetenses.

A pesar de que esto no es novedad, no deja de enervarme el comprobar las barbaridades que se hacen en la ciudad, y más en los últimos años (sorprendentemente incluso, muchos más desde la declaración de la UNESCO de la que tanto nos gusta alardear).
Podría comprender que ésto se hiciera en otras épocas donde existiera una menor conciencia o conocimiento del valor del patrimonio, pero es durante los últimos años donde esto se ha superado -en teoría- cuando más expolios se producen por el simple hecho de que algún particular le guste lucir en el patio de su casa un determinado escudo de piedra o una antigua verja de hierro... sólo por el puro egoismo, que promueve la rapiña en muchos de nuestros edificios históricos.

En fin. No quiero hablar excesivamente del problema en sí (por todos conocido), sino simplemente reflexionar sobre una imagen que he encontrado hoy de las ruinas del antiguo Convento de la Merced.
Si bastante mal ha tratado la Historia a esta antigua fundación mercedaria, las piedras que subsisten no parecen tener mejor destino. En vez de fomentar unos estudios arqueológicos para poner en valor y saber más como era este convento, los restos que se conservan languidecen sin que nadie haga algo. De hecho, la pared y los restos del arco de acceso que aún se conserva, cada vez 'se conservan menos' (valga la redundancia).

Para muestra la imagen a la que me refería. Hace un par de años, el historiador local Juan Gabriel Barranco nos hablaba del escudo mercedario que aún se conservaba en la enjuta del arco. Poco tiempo después, curiosamente, la puerta del convento mercedario se mantiene igual pero le falta el escudo heráldico.
Sin duda, en este caso, saber el valor de determinadas piezas fomenta su desaparición.
Para esto, casi mejor vivir en la ignorancia!!!