Pepe Gotera y Otilio nos guían por Úbeda...

La verdad es que si pasas despistado, no te fijas...
Llegas nuevo a la ciudad, con tu coche, buscando el hotel que tienes reservado... y vas mirando todos los carteles.
Eso sí, parece que eso no es tarea tan fácil ya que algún "lumbrera" no estuvo muy atento a la hora de poner las indicaciones... ¿o será que para ir a los museos es obligatorio que vayas andando?



La muralla de la calle Ventanas

Son muchas las viviendas decimonónicas que se construyeron sobre la muralla de la calle Corredera, hasta el punto de que ésta se convirtió en un auténtico "colador", perdiéndose numerosos tramos y quedando prácticamente oculta (no así por la calle Ventanas, en donde aún se puede seguir su perímetro, aunque en un estado lamentable, con tramos encalados y numerosas grietas).
La reforma de una vivienda en la calle Corredera -llevada a cabo por los hermanos Martos Leiva- ha supuesto la intervención en la parte trasera, procediéndose al saneamiento de la muralla y mejora de algunos elementos arquitectónicos incorporados en ella.
Aquí unas imágenes para ilustrar el cambio, confiando que próximamente sean más los trozos de la muralla que sean limpiados de cal y unidas sus grietas con mortero, para evitar posibles males posteriores.


ANTES



AHORA


Vertedero junto al callejón de Santa María

De vergonzoso se puede calificar el estado en que se encuentra un solar en la parte trasera de la iglesia de Santa María.
Demolida hace un par de años, respetando la portada, en el lugar donde antaño se ubicaba la casa se ha convertido en un lugar donde se acumulan inmundicias, basura, y la vegetación crece a sus anchas.
Más le valdría al Ayuntamiento obligar al dueño del solar el adecentar este espacio (o hacerlo él mismo, si es suya la propiedad).
Una más: suma y sigue!





Son sólo un par de monedas...

En la madrugada del pasado viernes 30 de noviembre se produjo en el Palacio Vázquez de Molina -sede del Ayuntamiento de Úbeda- el asalto por parte de unos ladrones que se llevaron una cantidad indeterminada de dinero, así como una colección de viejas monedas -posiblemente del siglo XVIII-, del que nadie sabía su existencia (bien vamos, dicho sea de paso).
El caso es que se ha creado un gran revuelo mediático por el tema del robo, especialmente de las monedas, mucho más si tenemos en cuenta el actual estado de crisis económico y penuria en que nos encontramos.



Tras el robo, se han iniciado una serie de pesquisas para saber el paradero del botín y, sobre todo, se ha iniciado el turno de palabra de nuestros "queridos" políticos que no saben más que hablar, hablar y hablar, hacerse fotos y pegarse la comilona para inaugurar cosas que todos pagamos, y después criticarse, criticarse y criticarse como niños chicos, porque esa inauguración le correspondía al otro.
La cuestión es -paso de hablar de los políticos carroñeros- es que con este robo se ha visto la inexistencia de un control de seguridad que sufre nuestro Ayuntamiento, edificio en donde además se encuentra la sede de nuestro archivo histórico municipal, sin duda uno de los mejores de España, por la calidad y continuidad de sus fondos documentales.
El ciudadano de a pie sabe de la existencia del archivo pero nos quedamos con el "ahí está". Son pocos los que lo conocen y muchos menos quienes trabajan sus fondos. Está la idea general de que el archivo es "un almacén de papelajos y polvo", en donde sólo van unos bichos raros, amantes de la historia.
Sin embargo, un archivo es mucho más. Es el depositario de la memoria colectiva, lugar donde acudir para descifrar algunos de los enigmas de nuestro pasado, algo del que luego tanto nos vanagloriamos y con orgullo enseñamos a nuestros visitantes. Y esos "bichos raros" que acuden allí son historiadores, profesionales de la memoria, que en la gran mayoría de los casos trabajan por amor al arte, por interés y casi devoción.
El Archivo Histórico Municipal de Úbeda bien merece una visita. En primer lugar por el lugar donde se encuentra en el ático del Palacio Vázquez de Molina (que mereció incluso ser escenario cinematográfico y sede de conciertos), con unas envidiables vistas que ayudan para el arduo trabajo archivístico. Sí es cierto que las instalaciones están anticuadas, que a veces se pasa frío o calor, pero es algo normal si tenemos en cuenta que cuando no hay dinero, donde primero se recorta es en Cultura... y si ya estamos recortando en Educación y Sanidad, apaga y vámonos!
Sin embargo, a pesar de que parte de sus instalaciones son mejorables y hay poco espacio para trabajar (tampoco se necesita mucho más), el valor añadido de la amabilidad de sus archiveros y la facilidad que ofrecen para trabajar suplen con creces los inconvenientes que ofrece.
Pero volvamos al tema que nos concierne, que es la seguridad del inmueble. El edificio está totalmente desprotegido, como también lo están numerosos templos de nuestra provincia, que pueden ser asaltados cualquier día para robar algunas de sus valiosas piezas artísticas.

 

Imagino que recordarán el caso del "Liber Sancti Jacobi" o "Codex Calistinus", el manuscrito de la Catedral de Santiago de Compostela, del que nadie conocía su existencia y hoy todo el mundo sabe de su existencia tras el robo y posterior devolución (protegido, eso sí, como corresponde). Se trataba de un importante documento que contenía la historia del culto del apóstol, una guía de peregrinos, así como diversos aspectos de la liturgia con dos apéndices musicales.
Pues bien, es un ejemplo claro del valor que le damos en España al patrimonio documental: cero... hasta que nos lo quitan! ¿Vamos a permitir que ésto ocurra en Ubeda?
Ahora están todos los políticos (de diverso bando) con sus "dimes y diretes", echándose la culpa en relación con la protección del Ayuntamiento. Señores políticos: no se engañen, todos tienen la culpa. En verdad, tienen la culpa de gran parte de los males de España. Así que déjense de tonterías y acusaciones banales y pónganse a trabajar de verdad o, si no quieren, váyanse (mejor nos vendría).
Preocúpense por la seguridad de nuestro patrimonio, no sólo arquitectónico-artístico, sino también del documental, pues no en vano, y aunque no les entre en la cabeza, el Archivo Histórico Municipal de Úbeda es uno de nuestros grandes bienes con los que contamos,  de gran calidad y continuidad temporal (desde la Edad Media hasta nuestros días), y como tal debemos salvaguardarlo.