El muro del Hospital de Santiago

Hace tiempo le dediqué una entrada de este blog al Hospital de Santiago.
Hablaba del deplorable estado que presentaba una de sus puertas laterales pero apenas hacía mención al muro que lo circundaban.
Hoy dejo un par de imágenes sobre el mismo, en donde se aprecia que en muchos sitios ha desaparecido la argamasa que une sus piedras (cabe incluso un puño) y el estado de suciedad del mismo. Igualmente (la parte positiva) se aprecia diversos episodios de la historia de este edificio: ventanas, hornacinas y torno hoy cegados (e incluso restos de publicidad 'a la antigua', pintada en sus muros).
Esperemos que algún día no muy lejano se decida a la limpieza y consolidación de este muro (y no a su eliminación o reducción de altura, como algunos solicitaban hace nun par de años), y se proceda al realce del edificio que -vuelvo a insistir- está totalmente saturado de usos (y abusos).





La portada trasera de la Plaza de Toros

Paseando por los alrededores de la Plaza de Toros -actualmente en pleno proceso de recuperación por parte de la Escuela Taller- he podido observar con alegría que se está recuperando la portada de la fachada trasera.
Se trata de un arco de medio punto, posiblemente procedente del Convento de San Nicasio o San Antonio, que desapareció tras el derrumbe de la plaza hace un par de años, y que costó la vida a dos vecinas de Jódar. De este arco, junto a un dintel de una puerta colindante, nunca más se supo.
Por tal motivo, desde aquí dar la enhorabuena a la Escuela Taller por dicha intervención que, sin duda, supondrá recuperar parte del esplendor pasado al Coso de San Nicasio.



Las ruinas de Santo Tomás

Santo Tomás fue una de las parroquias localizadas en el espacio intramuros de la ciudad de Úbeda. De gran relevancia durante la Edad Media y Moderna, fue perdiendo su importancia hasta que finalmente quedaría suprimida e incorporada su feligresía a la de San Pablo, ya en el siglo XIX. Hacia 1970 se construiría un nuevo templo en la zona de expansión de la ciudad y, en su honor, se puso bajo la advocación de este Apóstol.
Progresivamente el centenario templo se fue arruinando hasta quedar totalmente olvidado. Los pocos elementos que aún se conservaban -como era la supuesta Capilla de la Concepción o de la familia Cobos- fueron traslados a la iglesia de Santo Domingo, igualmente clausurada, en donde se pueden contemplar. Hace un par de décadas, en un intento de hacer viviendas sociales, aparecieron las ruinas del templo (concretamente su ábside, restos de alguna capilla y parte de su torre); igualmente aparecieron algunos de sus elementos ornamentales, que actualmente se conservan en el Museo Arqueológico de la ciudad.
Emplazado en pleno casco histórico, la Gradeta de Santo Tomás sólo es conocida por la existencia de dos casas judías; sin embargo, allí están las ruinas de la iglesia que le da nombre al lugar, delimitado por un sucio muro de bloques de hormigón que da una imagen de olvido a este lugar.
Esperemos que pronto se actúe en este lugar y se ponga en valor este lugar, tal y como ha hecho la Escuela Taller en Baeza con las ruinas de San Juan Evangelista (salvando las distancias y evitando los excesos constructivos). Delimitar el lugar con muros de piedra y verjas de forja, limpieza y excavación del solar, y adecentamiento general sería suficiente para que todos, visitantes y locales, puedan disfrutar de este lugar y un trozo de la historia de nuestra ciudad.





Uso de las antiguas Carnicerias y la Torre del Reloj

Ya va pintando. Una ciudad como Úbeda, Patrimonio de la Humanidad lo está pidiendo a gritos: se necesita una Oficina de Información Turística acorde a las necesidades que el turista demanda, que sea céntrica, accesible y fácil de encontrar.
Todos los partidos políticos han incluido en sus programas electorales de las últimas elecciones la conversión de las Antiguas Carnicerías en dicha oficina. Esperemos que así sea, que a pesar de los distintos colores políticos, se pongan todos de acuerdo.
La verdad es que el edificio podría cumplir a la perfección con sus cometidos, pues la actual oficina de información está ubicada en pleno casco histórico, pero con una ubicación demasiado complicada incluso para la gente de aquí (Palacio del Marqués de Contadero). No estaría de más habilitar el kiosco de la Plaza Vázquez de Molina para ayudar al turista a descubrir a la ciudad.






Aprovecho esta entrada para comentar otro de los grandes proyectos que se podrían realizar junto a la creación de una oficina de turismo o centro de recepción de visitantes. Se trata de la rehabilitación de la Torre del Reloj para convertirla en torre-mirador, con la consecuente explotación económica que ello puede conllevar (si en todos los sitios se hace, porqué aquí no?).
Intervenir en su interior para mejorar la accesibilidad, disposición de las correspondientes medidas de protección y voilà, el visitante podrá encontrarse con algunas de las mejores vistas de la ciudad. Y para muestra, un par de imágenes.







Esperemos que nuestros dirigentes tomen buena nota de estas sugerencias!

Brotes verdes

Está viva!
Hace un par de meses nos lamentábamos por la pérdida de la hiedra de San Lorenzo tras una intervención efectuada en el templo por parte del Obispado. Ésta consistió en eliminar parte de la vegetación y arrancar las raices de la hiedra, haciendo que el elemento más definitorio de la iglesia se secara. Día tras día se apreciaba el cambio de tonalidad en la espadaña, que pasaba de mostrar un exhuberante color verde a presentar sólo tristes hojas marchitas.
De la intervención de reforma en el templo nunca más nada se supo. Lo que parecía que iba a ser un posible avance para frenar la ruina del templo quedó en otro atentado más, en este caso muy doloroso para los ubetenses que perdían la romántica imagen de esa espadaña-
Sin embargo, paseando hace un par de días, pude observar como bajo aquellas hojas mustias y secas, surgían nuevas hojas verdes. La hiedra seguía viva.
Esperemos que junto a esos brotes renazcan los deseos de sacar al templo de su ruina imparable o, si no es así, al menos eliminen las hojas secas que afean en gran medida la imagen de este entrañable rincón ubetense.