La verdad es que en Úbeda hay cosas inconcebibles, y mucho más en relación con nuestro patrimonio histórico-artístico.
La iglesia de San Pedro presentaba su torre ubicada en la zona de la cabecera y por motivos desconocidos se trasladó a los pies del templo. Sobre este cambio, quizás posiblemente se deba al proceso de reorganización de la plaza homónima en los años 50-60 (aunque tenga poca lógica esta teoría, cosas más raras se han visto); quizás simplemente habría que pensar en la teoría de la conveviencia: las torres de San Pedro y el Palacio del Conde de Guadiana eran vecinas mal avenidas y desearon poner tierra de por medio...
El caso es que con ese traslado se perdió uno de los elementos más interesantes que tenía la iglesia, como era una bella pila bautismal de estilo mudéjar, realizada en piedra (que averigüe usted en casa de quien estará).
Hoy en día el templo está abandonado, con culto semanal que posiblemente deje de tener cuando se abra la iglesia de Santa María (y que posiblemente conllevará el cierre de San Pablo). Junto al escaso uso del templo, hay que denunciar las humedades que tiene, más debido a los jardines particulares de viviendas colindantes, que a los propios efectos metereológicos en las cubiertas (que también tendrán lo suyo).
La verdad es que poca cosa se puede hacer. El templo es propiedad privada y visto el mantenimiento que los dueños hacen de otros templos de la ciudad (véase Santo Domingo y San Lorenzo), simplemente nos quedará "rezar" para que la Santa Providencia los conserves muchos años, porque dinero poco se invertirá en ellos.
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