Suprimida su parroquia y agregada a la de Santa María, su destino parece ir aparejada a la de la antigua Colegiata, funcionando como auxiliar de ésta. Mientras las obras de restauración de Santa María se llevan a cabo -de forma interminable-, la iglesia de San Pedro seguía manteniendo vivo el culto, acogiendo a la feligresía de la mitad del casco histórico (parroquias de Santa María, San Pedro, Santo Domingo y San Lorenzo).
Al menos, mientras hay vida hay esperanza. Mientras la iglesia funciona como auxiliar de la antigua Colegiata, sigue abierta. ¿qué pasará después, cuando se abra Santa María? Tendremos que ver otro edificio cerrado, sin ningún uso, esperando a que se caiga? al menos, así acompañará en ánimo al cercano Palacio de los Orozco (el cual lentamente parece caer del olvido y se está restaurando por fin...)
En fin, tocará esperar para ver resultados. Mientras tanto, la iglesia de San Pedro hace honor a su titular y sus paredes lloran mares de lágrimas esperando su completa rehabilitación.
PD: las fotos fueron realizadas antes de las intensas lluvias de estas últimas Navidades. ¿Cómo se encontrará el templo hoy en día?
1 comentario:
Es lamentable que no le dediquen ahora una restauración, al menos para que no empeore, este edificio histórico debería de estar más protegidos por la administración, si su propietario no puede mantenerlo, debe de ser expropiado.
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