Recuperación de la fachada del Palacio de los Orozco




Deshabitado desde hace más de 10 años, el destino de esta interesante vivienda -propiedad de la familia Miras Orozco- era incierto.
Semana a semana se apreciaba el deterioro en la fachada del edificio, como consecuencia de la ruina existente en el interior del edificio (originado por daños en los tejados y en el sistema de desagües).
Tras varias denuncias sobre el mal estado de conservación, por fin se ha llevado a cabo la intervención en el edificio. El proyecto, llevado a cabo por el arquitecto local Miguel Sánchez Díaz, se centró en la reparación de las cubiertas de la vivienda, la parte que menos se aprecia pero la más importante para consolidar el edificio.
Por su parte, el joven restaurador Manuel Martos Leiva se ha centrado en restaurar la fachada principal, quizás la parte más visible de la construcción, que había llegado a un importante grado de degradación. Prueba de ello es el hecho de tener que haber tenido que recomponer totalmente piezas decorativas como capiteles o canecillos que, directamente, ya no existían por haberse desintegrado por efecto de la ruina.
Tras meses cubiertos de andamios, ahora sale a la luz la reluciente fachada del edificio. Sin embargo, la intervención en el inmueble aún no ha acabado, pues se hace necesario continuar el proyecto por la fachada lateral (zona de cocheras) y especialmente al interior, uno de los lugares menos conocidos y más interesantes de nuestra arquitectura burguesa.
Esperemos que la familia Miras Orozco, promotora de la restauración de su patrimonio y el de todos los que viven y visitan nuestra ciudad, continúen con la financiación de las obras de restauración de esta magnífica vivienda.

¿Será este año?

No voy a hablar mucho más de Santa María, pues todos sabemos las barbaridades que se han hecho en este templo (con echar una visual a algunos de los blogs amigos, se podrá ver).
Sin embargo, dejo aquí esta foto del recuerdo, cuando Santa María era una iglesia blanca y luminosa -en mal estado de conservación es cierto, pero blanca y luminosa-. Todo parece indicar que la iglesia soportará el paso de varios años más, pero ha perdido su esencia y se ha enmascarado de diferentes estilos neocatetos.
Ya se acercan las elecciones municipales, todo parece indicar que abrirá sus puertas: llegarán los políticos, se harán la foto correspondiente, y se echarán sus cervezas y sus gambas para celebrar... ¿para celebrar, qué? El haber desprovisto a una gran generación de ubetenses de su iglesia mayor, de haber tardado 27 años en rehabilitar-destruir un templo cuando en otros casos apenas se tardan 3-4 años, de consentir como nuestro patrimonio se va degradando día a día y no se hace nada salvo echarse las culpas de unos a otros?
En fin, que se acercan las elecciones y ¿quizás? este año veamos Santa María por fin abierta... ¿pero, qué Santa María?