El pulpo de la feria

Puntual como cada año, de San Miguel a San Francisco, ha llegado la feria a Úbeda.

Cómo pasa el tiempo. Cada año es la misma feria, y cada año es distinta. Para mí, la feria siempre me trae recuerdos de cuando era niño, cuando la semana antes de que comenzara, todos los amigos del colegio bajábamos por el 18 de Julio (Avenida de la Constitución) para inspeccionar lo que se hacía. De hecho, yo ya era feliz desde el momento en que iban poniendo los cables de las luces, y todos los años esperaba a ver cual era el tipo de bombillas que nos pondrían ese año...
Después, como he dicho, diariamente controlabamos la instalación de los carruseles, y ya sabíamos el sitio que cada uno tendría que ocupar en el lugar donde actualmente está el polideportivo: los coches de choque en la entrada, luego venía el zig-zag pedrín, el pulpo a la derecha (los carruseles de los mayores, como decíamos), la noria y otros grandes al fondo, y todos los cochecitos y tiovivos a la izquierda (los carruseles de los bebés y niños más chicos que nosotros). Para mi, no había feria hasta que no veíamos bajar el carrusel del Pulpo, cuando iba corriendo a verlo, y luego directamente a contarselo a mi madre: "ya está aquí el pulpo!!!".

Uno de los días grandes era el de los Gigantes y Cabezudos, y también de los más trágicos. En primer lugar porque ese día tocaba comer garbanzos con espinacas ("y si no los comes no hay feria"), y después porque había que esperar hasta que te subieran a la feria, con lo que tardaban las madres en arreglarse, la peluquería y el maquillaje... pero luego todo se olvidaba cuando por fin te montabas en el pulpo, en ese carrusel de los mayores porque te levantaba mientras daba vueltas... Me acuerdo hasta de la lambada que sonaba por aquellos años!

Otro de los grandes momentos era el día 29, cuando en mi casa mi madre hacía el reparto de la bolsa con las fichas de los carruseles que Arsenio regalaba para todos los primos... y claro, siempre se barría para casa!!! el que parte y reparte, se lleva la mejor parte.

Todos los días se procuraba ir a la feria, aunque sólo fuera para dar vueltas hasta la hora de volver a casa, distribuyendo el dinero que se había conseguido de tíos, abuelos y demás... y la traca final era el último día, cuando te gastabas todo el dinero extra que nos daban por acabar la feria.



La feria de entonces era muy distinta al de ahora, pues verdaderamente la feria se vivía en la ciudad. De hecho, muchas de las casetas que hoy existen se construían entre la calle Nueva y la Avenida aprovechando viejos locales sin uso (actualmente reconvertidos en locales comerciales o instituciones oficiales); entre otras, me acuerdo de las Casetas de La Columna, de las Angustias, del Resucitado... Y a todas ellas iba el feriante repartiendo la muñeca chochona y el perrito piloto! El resto de tómbolas y demás puestos también estaban en esta calle, y algunos se quedaban varias semanas después de la feria.

Después, la feria cambió de ubicación y se trasladó a las eras del Parque Norte (uno de los recintos más alejados para el ubetense de a pie, como se decía, pero que finalmente llegó a ser uno de los mejores recintos feriales que ha tenido), y posteriormente a su actual ubicación más alejada de la ciudad, en el Polígono y junto a la ITV, en donde personalmente carece del encanto originario que tenía... habrá que esperar a que los años le doten de su propia esencia.

En fin, son épocas distintas de la feria, que corresponde a épocas distintas de la vida. Todas tienen su recuerdo especial, su detalle para recordar: los carruseles de niño, las pandillas de amigos y primeros ligues de adolescente, las comidas y tardes de cubatas y bailes de hoy, e incluso ver como muchos de esos amigos de infancia ya se van convirtiendo en padres y buscan sitios más tranquilos para los niños en su carrito...

No me enrollo más. Ahora solo toca subir a la feria y echar un rato agradable en buena compañía. Así que, vamos pa' la feria!!!

El sueño olímpico

En una semana sabremos si Madrid será ciudad olímpica en 2016.

A mí personalmente me encantaría, porque creo que sería la ciudad más cercana para acercarme y disfrutar de unos Juegos Olímpicos, y sentirlos más cercanos a nuestra cultura (al menos más que los de Pekín o Londres).

La candidatura madrileña tiene sus puntos a favor y en contra, como todas (no me voy a meter en esto ahora). Lo que es triste es como muchos españoles (sobre todo algunos nacionalistas) busquen sabotear esta candidatura para no hacerle sombra a la fantástica experiencia de Barcelona'92.

De cualquier modo, teniendo en cuenta la situación política actual y el reparto de los continentes para celebrar los JJ.OO., todo parece indicar que el pastel se repartirá entre Chicago y Río de Janeiro. Si tengo que elegir, prefiero que sean en Brasil pues qué mejor modo de buscar el carácter universal de las Olimpiadas que buscaba Coubertein que hacerlo en Sudamérica, donde NUNCA se han celebrado unos juegos... aunque claro, con Obama en el poder, quién sabe si será Chicago quien se lleve el gato al agua?

Bueno, cuestiones políticas y deportivas aparte, me quedo con el carácter mítico e icónico de las Olimpiadas. Desde Atenas 1896 hasta Londres 2012, el diseño gráfico ha jugado un gran papel en los carteles y logotipos de los Juegos, a los que cada cuatro años se suman nuevos proyectos... Aquí van los de las ciudades candidatas.

Ya sólo falta esperar a ver qué pasa y ver qué ciudad se suma al largo listado de ciudades olímpicas. Suerte Madrid!

Ahhhhh, como hemos cambiado...

Emulando la canción de Presuntos Implicados, me gustaría enseñaros esta imagen que muestra los cambios que pueden producir en una ciudad los efectos de la especulación inmobiliaria...
Aquí una imagen de Úbeda, concretamente de la Calle Obispo Cobos (popularmente conocida como Calle Nueva), con todas sus casitas pequeñas de 2-3 pisos como mucho, sustituidos por algún que otro mamotreto. De hecho, aún se aprecia el antiguo Convento de La Victoria (actual sede de Hacienda), antes de construir el edificio de Comisiones Obreras.
También se aprecian cambios en el Hospital de Santiago, que por esta época desempeñaba sus funciones sanitarias. Además de todas las dependencias que se aprecian en el patio, es interesante ver la torre de la derecha, que por aquella época se cubría con un frontón y techo de uralita!!!
Al fondo se ven los jardines de la Explanada (antes de construir el ambulatorio y el instituto) e incluso parte de las eras... en fin, que una imagen dice más que mil palabras.
Que la disfruten!!!

A la novena va la vencida

No me refiero a que haya costado en exceso rehabilitar la imagen de la Virgen de Guadalupe, sino que con motivo de su novena y posterior romería finalmente se le ha devuelto la aureola que un par de meses atrás se le retiró...
Felicidades, de nuevo 'Assumpta est Maria in Caelum'


Piedras con historia

No dudo que no fuera necesario la restauración de este tramo de la muralla, más cuando incluso conserva restos de uno de los accesos de la muralla del alcázar ubetense ¿posible Puerta de los Zapateros?
Cuando se hace una restauración en un monumento histórico, la legislación es bastante tajante con aquello de que se diferencien las partes originales de las modernas (ya se decía ésto en la Carta de Atenas de 1931). Sin embargo, este abusivo uso de parches de cemento y piedras prefabricadas creo que desvirtuan bastante la intervención... bueno, al menos ya podremos distinguir tres estilos en el alcázar islámico:
1ª fase: época omeya
2ª fase: recrecido almohade
3ª fase: 'restauración' de "Terrazos Los Luises"