Arquitectura regionalista en Úbeda

Siguiendo la tendencia que se da en el resto de Andalucía en los albores de la Exposición Iberoamericana de 1929, en Úbeda está constada la recreación de los estilos del pasado -especialmente el Renacimiento y el Mudéjar- especialmente influenciados por la construcción de edificios civiles tan representativos como el Teatro Ideal Cinema, la Cárcel Modelo del Partido ó el Cuartel de la Remonta.
Una de las tendencias más destacadas es la del Neorrenacimiento, el cual tiene como principal referente la recuperación de la arquitectura de Andrés de Vandelvira. Entre los ejemplos más destacados podríamos mencionar las casas situada en los números 1 y 3 de la Avenida Cristo Rey, o en la casa nº 37 de la calle Ancha.
Las casas nº 1 y nº 3 de la Avenida Cristo Rey -propiedad de la familia Lara-, fueron construidas teniendo en cuenta su entorno frente al Hospital de Santiago, en solares que habían pertenecido al Convento de San Nicasio. Por tal motivo reiteran un estilo neorrenacentista que se hace patente en sus portadas: un arco de medio punto sobre imposta enmarcada por alfiz, y arco de medio punto con clave resaltada entre pilastras toscanas; sobre éstas se sitúan balcones a modo de vanos adintelados entre pilastras clásicas, mientras que el resto de los vanos son adintelados, cerrados con bellas rejas de forja. De igual modo, la bicromía del enfoscado y la piedra recupera soluciones formales del Renacimiento italiano. Sobre un delgado entablamento discurre un alero de madera, cubriéndose tejado a dos aguas. Al interior encontramos bellos azulejos y verjas de hierro con la fecha de construcción de la vivienda: 1929.
Por su parte, la casa nº 37 de la calle Ancha es la que más se aproxima estilísticamente a la fachada del Teatro Ideal Cinema, de ahí que pensemos que su autor pueda ser Manuel de los Cobos (posible tracista del teatro); asimismo se aprecian soluciones formales que recuerdan a las empleadas por Luis Berges en el Pabellón de Jaén de la Exposición Iberoamericana. De tres pisos, el nivel inferior presenta la puerta de acceso y una ventana a modo de arcos de medio punto sobre impostas; el nivel superior presenta vanos adintelados rematados con frontones con jarros -emulando la arquitectura vandelviriana- y se remata con parejas de ventanas bíforas con arcos de medio punto. Toda la fachada se remata con un alero saledizo de madera.
Finalmente nos centraremos en el nº 7 de la Plaza del Marqués, una vivienda muy en la línea de la arquitectura regionalista de Aníbal González, construida frente al Palacio de la Rambla. De dos cuerpos, el inferior presenta la puerta de acceso dispuesta de forma simétrica (un vano adintelado con ménsula resaltada), disponiéndose a ambos lados la puerta de cochera y una ventana cerrada con rejas. Sobre este cuerpo nos encontramos tres balcones, con ventanas adinteladas realizadas en ladrillo y rematadas con frontones con jarrones, con decoración de azulejo en el entablamento y en el tímpano. Entre dos ventanas encontramos una pequeña hornacina con la imagen de San José y el Niño, que repite el esquema arquitectónico de las ventanas. Se remata la fachada con un gran friso de azulejos y un alero de madera, igualmente decorado con azulejos, soportado por zapatas; En este friso se puede leer: “SOBRINO Y SUCESOR DE Fco. MORENO COZAR. Casa fundada en 1888. CARPINTERIA [ME]CANICA Y MADERAS”.



Además de esta tendencia clasicista, no debemos dejar aparte otras tendencias historicistas como el neomudéjar. Sin duda, la construcción del Cuartel de la Remonta y de la Cárcel Modelo del Partido, entre otros, servirían de modelo para algunas viviendas particulares en la ciudad, en las que se recurre al mudéjar como inspiración.
En estos años se edificarán viviendas en las que se emplea el ladrillo de forma bastante libre, alejándose de la severidad vista con anterioridad, disponiéndose bien a modo de arquerías continuas (como se ve en el nº 59 de la calle Real), o bien alternando la disposición de los ladrillos (en vertical, en ángulo, en espina de pez, etc.).
En la Plaza de San Pedro -haciendo esquina con la calle García Pretel y lindando con la antigua iglesia parroquial-, encontramos un edificio construido en el primer tercio del siglo XX de inspiración neomudéjar, con tres pisos y una torre-balcón lateral (a modo de referente visual). Si bien no existe en la actualidad, similar a este edificio sería uno que antaño se levantaba junto al Convento de la Trinidad (en el lugar donde posteriormente se construiría el actual edificio de Correos), y que conocemos gracias a las postales de la Imprenta “La Loma”.
Como colofón, hablar de la magnífica vivienda existente en el nº 1 de la calle Rastro, muy en la línea de otras construcciones de su época, combinando el uso del ladrillo con el enfoscado. Su planta baja es una sucesión de cinco arcos carpaneles, con clave resaltada, mientras que en los niveles superiores se disponen balcones con vanos adintelados y arcos de medio punto moldurados, unificados mediante fajas de ladrillo. En el remate se produce un retranqueo central, originado dos pequeñas torres-miradores con vanos geminados, idea que se reafirma con el uso de pilastras de orden corintio en los extremos de la construcción, así como por el tejado voladizo de madera sobre zapatas.



Entre esta construcción y las carnicerías públicas de la ciudad se levantaba antaño el conocido Bar “El Central”, de cuyo recuerdo conocemos a través de las fotografías, y que era un edificio que copiaba directamente la arquitectura del Cuartel de la Remonta.